Por otro lado, y pudiéndolos considerar como arquitectura , nos encontramos con otros elementos en nuestro viaje que también endulzaron nuestros sentidos.
El té y los magníficos pasteles que degustamos fueron tan deliciosos como la compañía de la que empezamos a disfrutar con nuestros compañeros de viaje. Tras reponer fuerzas, y deleitarnos con las vistas del océano atlántico, nos adentramos en la Kasbah de la ciudad, la cual tiene enormes parecidos con pueblos de nuestro país como Vejer de la Frontera. Casas encaladas, colores azules de distintas tonalidades y calles empedradas y sinuosas, conforman un escenario que solo fue roto por la llamada a la oración de la que pudimos ser partícipes mientras caminábamos.
Tras este primer acercamiento etnográfico, emprendimos camino a nuestro destino final, Marrakech. La mezcla de sueño, cansancio e ilusión hizo que la primera noche descansásemos como lirones, de cara a afrontar las visicitudes que nos ofrecería la ciudad naranja; las cuales dejaremos para el siguiente capítulo de este particular cuaderno de bitácora.
2 comentarios:
Marruecos en un lugar fascinante... espero vivir alli. ;)
buenas wapasima ,yo soy un maroqui y quiero darte las gracias por visitar a maruecos y por excribir esas hermosas palabras sobre maruecos, mira maruecos es tu segundo pais ,y espero ke vendras otra vezz ,porke nosotros estariamos muy contentos cuendo nos visita algien de otro paissss y muchas gracias por el todo wapa adiosssssssssssssss
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